Carta Al Viejito Pascuero
Aún no sé por qué razón estoy escribiendo esta carta, ni siquiera sé dónde enviarla, ahora que sé que no existes, me siento hasta ridículo en hacerlo, pero por mucho tiempo lo creí, tenía la ilusión de sí existieras, que fueras real, tal vez eso me motivó a escribirla.
El mes de Diciembre para mí siempre fue una época de esperanzas y desilusión. Cada año pedía lo mismo, pero jamás llegó. Conforme iban pasando los años, mis ilusiones eran menos y mi frustración mayor.
No sé si mi época era distinta, pero creí en ti hasta como los 12 años. Creo que en mi generación éramos más inocentes o nos demorábamos más en crecer, no como ahora. Lo vivo con mi propio hijo de 6 años, que sabe mucho más de lo que yo sabía a su edad.
Cada año me ilusionaba con esta época, creía que si me portaba bien y lo pedía con mucha fe tú cumplirías mi deseo, mi anhelo, pero cada año era lo mismo, seguía aún sin conocer a mi mamá.
Como podrás comprender, crecí y supe que tú eras un personaje inventado por alguien. El que hace creer a los niños en un ser mágico que solamente en una noche reparte los regalos montado en un trineo que es tirado por renos, que entra por la chimenea de las casas y que deja regalos a todos los niños del mundo, se toma la leche y come un trozo de pastel. Yo siempre te deje leche y pastel con mucha esperanza y pensando que por no tener chimenea no me cumplías con el único regalo que te pedía ¡Qué inocente fui!
Hoy quiero contarte que después de muchos años investigando y averiguando, por fin di con un pista del paradero mi mamá, pero lamentablemente no llegue a tiempo, ella había fallecido un año antes. ¡Se me revolvió todo! Porque nunca perdí la ilusión de conocerla. Recordé las navidades que te lo pedí. Volví a revivir las esperanzas y también la frustración que viví cuando niño, de la espera que vivía en cada navidad y también la desilusión.
Me decidí a escribirte esta carta que sé que no te llegará, que sé que no leerás, porque este año ya no tendré que pedirte nada, porque aunque no lo creas hasta que supe que mi mamá había fallecido, aun creía, aun tenía la ilusión, sabiendo que era imposible, creía que tú me traerías lo que tanto te pedí, creía que esta navidad por fin, podría conocer a mi mamá.